- Arquitectura caldea
- Introducción El primer foco de nuestra generación estuvo en las mesetas de Asia central y sobre todo, en Mesopotamia. Como monumentos más antiguos se encuentran las primitivas torres de plataformas escalonadas que quizás sirvieron de modelo a las más antiguas pirámides egipcias como se aprecia por la semejanza de su estructura. Y aunque las ruinas de los monumentos arquitectónicos explorados en Mesopotamia no son tan antiguos como las pirámides de Egipto, otros vestigios diferentes y restos de la civilización hallados en aquellas regiones parecen acusar mayor antigüedad que los de las orillas del Nilo, especialmente, las inscripciones ideográficas que se conservan en el Museo Británico. Los dos grandes imperios, el caldeo y el asirio, que fueron sucediéndose en la antigua región del Tigris y el Eúfrates, dieron a origen a dos civilizaciones también diferentes y sucesivas aunque en el arte estuvieron muy hermanadas por copiarse mutuamente las formas. El primer imperio tuvo al principio su asiento en diferentes ciudades de Caldea que si no guardaban unidad política, respetaron al fin la hegemonía de la célebre Babilonia y el segundo, en Asiria, siendo por último su capital la famosa Nínive. Destruida esta ciudad por el medo Ciájares, renació el Imperio caldeo con Nabopolasar y tuvo su período más brillante con Nabucodonosor, hijo de éste para terminar con la toma de Babilonia por los persas. La arquitectura asirio-caldea estuvo muy lejos de alcanzar la perfección que tuvo la egipcia y a pesar de las repetidas excavaciones que se han sucedido, no se ha llegado a tener un conocimiento perfecto de ella debido a la debilidad de su material constructivo y en vista del estado lamentable de las ruinas. La época mejor conocida en el terreno arquitectónico es la del Imperio asirio, sobre todo, con la exploración de los palacios de Nimrud y Nínive.
Enciclopedia Universal. 2012.